En lo que tarda en fumarse un cigarro, nos hemos dado cuenta, en el escondite del silencio, que no somos más que piezas mal encajadas que se arreglan con cachitos de los demás, que en realidad no necesitamos más que un poco de compañia para darnos cuenta de que solos, jamás encontraremos el equilibrio.
En lo que tarda en fumarse un cigarro, nos hemos dado cuenta, en el escondite del silencio, que no somos más que piezas mal encajadas que se arreglan con cachitos de los demás, que en realidad no necesitamos más que un poco de compañia para darnos cuenta de que solos, jamás encontraremos el equilibrio.