Se me llenan los ojos de invierno al darme cuenta de que mañana no compartiremos la misma cama, ayer que eramos parte de las mismas prendas y mañana que lo nuestro no sera mas que una leyenda muerta, y yo, que estoy fundiéndome la noche en un paquete de tabaco y una botella de las viejas de la estantería, de las nuestras, de la que compartíamos, de cuando caminábamos por la vida como locos sin razón, y ahora que ni siquiera hay solución le rece a quien le rece...cuéntale a tus hijos que pudieron ser los nuestros. |
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