miércoles, 9 de mayo de 2012

TOCADA,PERO NUNCA HUNDIDA.
No me digas que me echas de menos mientras repartes besos por otras bocas.
Ya no necesito saber si me echas de menos, si cuando no puedes dormir te acuerdas de mí, si alguna vez me llegaste a querer de verdad o incluso si me sigues queriendo, no, ya no quiero saber nada de eso, a lo mejor solo me basta con que alguna canción de amor te recuerde a  mí. Que a pesar de que sigues sacándome ese orgullo tan mío al no cogerte el teléfono, a no responderte cuando me hablas, a no mirarte a los ojos, sigues sacándome esa sonrisa tonta, sigues siendo una debilidad.
Como un cigarro para un fumador;
    como ese ultimo sorbo de ginebra para un alcohólico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario